Agaváceas

Las Agaváceas,  forman una subfamilia de plantas monocotiledóneas distribuidas más o menos por todo el mundo y especialmente diversas en México.

La familia de las  Agaváceas es endémica de América, hay 210 especies de Agave, de ellas 159 en Méjico, e incluye nueve géneros y cerca de 300 especies. Son llamadas, Maguey.

Los Agaves crecen en las planicies, las montañas, los acantilados, las dunas costeras o en los picos montañosos.

Presentes en zonas tropicales, subtropicales y templadas, preferentemente a más de 1.000 metros de altitud.

El género Agave, le da nombre a la familia Agavaceae.

Sin embargo, únicamente del género Agave se obtienen bebidas fermentadas o destiladas, por ejemplo es utilizado para elaborar tequila y mezcal.

Estas platas americanas, son plantas con con rizomas o tallos leñosos hojas suculentas, esto es hojas alargadas, coriáceas, fibrosas y más o menos carnosas.

Arregladas en espiral alrededor de un tallo corto en cuyos bordes se encuentran espinas marginales y una terminal en el ápice.

Flores generalmente hermafroditas. Frutos de tipo baya.

Tipos de Agaváceas

Que usos tienen las Agaváceas

El Agave se ha aprovechado desde siempre, desde mucho antes de la época prehispánica, para extraer la savia dulce de la planta conocida como el aguamiel.

El Aguamiel, es una bebida que tiene un porcentaje de alcohol muy bajo y el pulque, bebida ligeramente alcohólica resultante de la fermentación natural del aguamiel.

Igualmente, se utiliza para la producción de diferentes tipos de bebidas alcohólicas destiladas, de alta graduación alcohólica,  como el tequila.

De los nueve géneros de Agave, se obtienen beneficios, ya que tiene importantes usos económicos como fibras, alimento, material de construcción, sustitutos del jabón, entre otros productos.

Las especies industriales, Agave sisalana o sisal, Agave americana o pita, ambas para la obtención de fibras.

La pita se utiliza también, para elaborar bebidas fermentadas.

Las especies ornamentales, Agave americana, pita y la Yuca.

En Méjico, auténticos conocedores ancestrales de las propiedades de los Agaves, estas plantas tienen usos muy definidos.

Más en detalle tales como, usos tradicionales que incluyen el consumo de los escapos florales (quiotes) como alimento humano.

Igualmente, el empleo de los mismos, junto con las hojas para la construcción, la elaboración de utensilios cotidianos,  panales para abejas y como combustible doméstico.

Las fibras de las hojas son utilizadas en hilaturas para tejidos, hamacas y empaques.

Sobre todo del henequén (Agave fourcroydes y Agave sisalana) o la fibra de Agave inaequidens, única en su género, para producir sogas y cuerdas.

Las pencas se emplean como tejas en techumbres, las plantas como vallas o cercas en hilera, del tronco enraizado se fabrican tambores.

También, se tiene registro de su uso para producir esteroides, productos para cosmetología y jabón.

Otros usos.

Además de estos importantes usos tradicionales, en los tiempos recientes se están extendiendo otros novedosos.

Entre otros destacan, la producción de mieles y jarabes indicados para diabéticos y de inulina.

La Inulina, esta es un extracto natural de la raíz de algunas plantas y forma parte del grupo de los oligosacáridos, con la composición de un hidrato de carbono de cadena larga.

Forma parte de la fibra alimentaria y su incorporación a la dieta diaria es de gran importancia, pues llega al intestino casi sin digerir, por lo que aumenta el desarrollo de las bacterias bífidas.

Consejos de cultivo de las Agaváceas

Respecto de la iluminación, la mayoría de las agaváceas están expuestas a mucho sol y calor todo el día, pero hay también  especies que prefieren lugares más sombríos.

En este caso es mejor mantenerlas en invernaderos. Las Agaváceas soportan bien las temperaturas altas, pero agradecen semisombra.

Las Agaváceas, prefieren  una aireación seca y cálida.

Si permanecen sin brisa continua de aire y alta humedad, pueden verse muy afectadas, llegando a morir si las condiciones persisten.

Por esta causa pueden morir a causa de hongos, que provocan la pudrición de tallo y o raíces.

Estos efectos de la humedad y poca aireación, pueden atraer a la cochinilla algodonosa, que pueden multiplicarse con facilidad en este ambiente.

Respecto del riego, riegos espaciados en primavera y verano y casi esporádicos o nulos en invierno.

Siempre dejar secar el sustrato antes de volver a regar.

Para mantener la planta alimentada y en forma, el sustrato del jardín, será una mezcla del 50% tierra para jardín y 50% de arena de granito.

Con ello, facilitaremos el drenaje del agua excedente.

En cuanto al abono o fertilizante, seremos parcos, lo más indicado para estas suculentas, es una mezcla de 10% Nitrógeno, 20% Fósforo, 20% Potasio.

Este aditivo nutritivo se usa nada más que dos veces por año.

Las plagas que puede soportar la familia de las Agaváceas, son básicamente la cochinilla algodonosa y los hongos, por exceso de humedad.

Especies mas conocidas y reconocidas de agaváceas.

A. Coloratha

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A. Ghiesbreghtii

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A. Guiengola

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A. Macrocantha

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A. Nizandensis

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A. Poliantheflora

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A. Seemanniana var. Nana

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A. Striata

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A. Xylonacantha

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