Cactus

¿Qué es un cactus?

Los Cactus, son un tipo de plantas que disponen de órganos especiales para almacenar agua de manera muy superior a la de otras plantas.

Debido a ello, pueden sobrevivir en regiones desérticas y de climas muy secos. Estos son originarios de América y algunos de África, pero han sido extendidos por casi toda la Tierra.

Existen más de doscientos géneros de cactus y más de dos mil especies de estos, por lo que existen cactus de diferentes formas y tamaños, que descubriremos en esta web.

Una de las características que debemos de resaltar, es su poder de aclimatación. Estas plantas han evolucionado para sobrevivir en el desierto. Actualmente han pasado a formar parte de los hogares con un papel ornamental, en todo el mundo y con diferentes climas.

La mayoría de los cactus son muy espinosos, lo cual es una defensa contra algunos animales que puedan comerlas en busca de agua.

El tallo del cactus es la estructura principal de la planta, y es grueso y por lo general de color verde, ya que son los encargados de hacer la fotosíntesis, debido a la escasez de hojas en el resto de la planta.

¿En qué se diferencia un cactus de una crasa u otra suculenta?

La principal diferencia entre los cactus y las crasas y suculentas, es que los cactus poseen una areola, que son yemas auxiliares, visibles y protuberantes generalmente de colores claros u oscuros en las que surgen las espinas.

Tipos de cactus

Ventajas de tener un cactus.

Además de su gran valor ornamental y creaciones botánicas que podemos crear con ellos, traen consigo una serie de ventajas, que todo aficionado a las cactáceas ha de conocer.

La primera de ellas es, que los cactus son capaces de absorber la radiación de los dispositivos electrónicos.

Por tanto, son ideales como elemento decorativo, para aquellas personas que por trabajo o afición, pasan largas horas delante de ordenadores y televisores.

Hay estudios que revelan que tener cactus, reporta algunos beneficios para la salud humana.

Estos son, que nos ayudan a nivelar la humedad y pureza del aire.

Esto ayuda a prevenir efectos derivados de la sequedad del ambiente y además de esto, mejoran la calidad del aire.

Son la planta ideal, para aquellas personas que por falta de afición o falta de tiempo, no pueden dedicarlo al cuidado y mantenimiento de otras plantas más específicas.

Estas son de fácil cultivo y combinándolos con macetas u otros cactus podemos lograr unos resultados muy bonitos.

Es decir, no requieren tantos cuidados como unas flores, y pueden llegar a ser igual o más bonitos, pues pueden llegar a florecer.

Cactus, Cactáceas

Cuidados de los Cactus.

La característica más conocida, es que soportan muy bien la sequía, pero esto no quiere decir que no necesiten agua.

Otra cosa es lo que se ven obligadas a hacer, tras el paso de miles de años de aclimatación, para conseguir y retener agua.

Necesitan de mucha iluminación, aunque a algunas especies les puede sobrar el sol directo. También gustan de zonas bien ventiladas.

Cómo regar los Cactus.

En el riego, según la época del año, habrá que incidir más o menos.

En la primavera, según van ir subiendo las temperaturas y dejando de helar, la planta empieza a brotar.  

Aunque los cactus soportan sequías extremas, no quiere decir que les guste pasar sed.

Entonces es el momento de regar con cierta frecuencia, una vez a la quincena, al menos.

Podríamos reducir el tiempo entre riegos, hasta llegar al verano, dónde regaremos una vez  a la semana. Nunca dejar el sustrato encharcado, debe haber un buen drenaje del agua de riego.

Ya en invierno, se regará cada 30días, más o menos, según la temperatura ambiente.

Si la temperatura cae por debajo de 10ºC, mejor no regar ya que se pueden llegar a pudrir las raíces.

Si el agua de riego es muy dura, se puede rebajar el PH del agua, con un poco de un ácido débil, como el zumo de limón.

Siempre dejar secar el sustrato, antes de volver a regar.

Cactus
Varias especies de cactus

Riego con agua ácida.

Un truco importante a la hora de preparar el agua de riego de nuestros cactus, suculentas y en general para muchas de nuestras plantas, es regar con AGUA ACIDA.

Con esto nos referimos, a modificar ligeramente el pH del agua de riego.

Es una solución fácil, que mejora mucho la calidad del agua de riego de nuestras suculentas. Prepararemos el agua ácida, agregando unas gotas de vinagre blanco por litro de agua.

Para que nos quede de forma correcta, esto es, dejar la acidez del agua de riego  con un pH de 5-5,5 aproximadamente, similar al agua de lluvia, deberemos contrastarlos con un medidor de pH del agua.

Aquellos aficionados a los acuarios de agua dulce, el asunto del pH del agua es algo rutinario.

Si desconocéis el ajuste del pH del agua, su acidez, en las propias tiendas de acuarófilos, os venderán equipos de medida del pH.

Nosotros logramos acidificar el agua, con algunas gotas de vinagre blanco por litro de agua.

Dependerá del tipo de agua corriente de vuestra zona, una mayor o menor corrección de la acidez del agua.

Con esta técnica de control de acidez del agua de riego, verás la mejoría en tus plantas.

Utiliza el agua apenas la prepares, ya que el pH regresa a su normalidad después de unos minutos.

Así, obtendremos que en nuestras plantas, florezcan con más vigor y en mayor cantidad que antes, las plantas crecerán mucho mejor y se eliminarán en gran medida las manchas de sarro y cal del agua, en las plantas.

Sirve para todas tus plantas.

Fertilización de los cactus y suculentas.

Para el óptimo crecimiento y desarollo de nuestros cactus y suculentas, es primordial un buen alimento. De ahí extrae, nitrógeno, calcio, hierro, potásio y azufre, micronutrientes y todos necesarias.

Fundamentalmente esto lo aportamos desde el sustrato, pero puede no ser suficiente en época de crecimiento y floración y cuando al cabo de años, no lo hemos trasplantado.

Lo más importantes;

Nitrogeno: se absorbe como sales de ácido nítrico o sales amónicas, como nitrato potásico o sulfato amónico, básico en todos los abonos.

El  Nitrógeno acelera el proceso de crecimiento de las plantas, pero afecta a sus tejidos de forma que quedan algo menos elásticos y quizá más blandos.

Calcio: Las plantas necesitan aporte de calcio, ya este mineral es el responsable de regular el intercambio de agua, actuando sobre su absorción y el trasporte por la planta. En las suculentas, además lo retiene para estados de sequía.

Hierro: Necesario para que la planta desarrolle el proceso de formación de la clorofila.

Potasio: Este actúa como un fortalecedor de las plantas, ya que ecelera el proceso de fotosíntesis, fortalece los tejidos y da resistencia a la planta en condiciones de sequía y enfermedad.

Azufre: El azufre lo tenemos presente en los sustratos y está bien incorporado, es suficiente. La planta hace uso de él, en la creación de las proteínas necesarias para la vida.

Fósforo: El Fósforo es necesario para el proceso de creación de la células nuevas, por tanto fundamental para el crecimiento y la floración. No está muy presente en todos los preparados de abono, por lo que es recomendado incorporarlo adicionalmente.

Magnesio: Quizá sea un elemento, el Magnesio, que tendremos que incorporar al abono, en forma de sulfato de magnesio, porque aunque está disponible en el sustrato, es fijado por otros elementos y las raíces de la planta no lo pueden absorber, para realizar la clorofila.

Los preparados comerciales, estan bien diseñados y contienen básicamente los elementos necesarios para nuestros cactus y suculentas, no obstante, siempre es bueno leer la composición del mismo y saber lo que nos aporta.

Conocimiento de los Cactus, Suculentas o Crasas.

Las plantas suculentas son aquellas que por son capaces de acumular agua, en reserva, en forma de jugos mucilaginosos en sus tejidos.

Puede ser en los tallos, hojas, raíces, que permita a la planta mantenerse sin agua durante un largo periodo de tiempo.

El nombre de suculenta proviene del Latín, de la palabra “sucus”, que significa “jugos”, refiriéndose a la capacidad de almacenar agua en forma de jugos en sus tejidos.

Las suculentas pertenecen a diferentes familias botánicas. Por ello, las plantas “crasas”, son aquellas suculentas de la familia de la crasuláceas.

Por otra parte, igualmente, los cactus, pertenecen a la familia de las cactáceas.

Cactus

Será importante distinguir entre cactus y suculentas, de forma que se puedan cuidar y cultivas, de forma adecuada.

Como corolario, podemos decir que, “Un cactus es una planta suculenta, aunque un planta crasa o suculenta, no es necesariamente un cactus”.

Cuáles son las partes de los cactus y suculentas.

Para poder manejar correctamente estas plantas, cultivo, reproducción, cuidados, es necesario tener un conocimiento mínimo de sus partes fundamentales.

Distinguiremos la parte aérea, con el cuello, tallo y las hojas y la parte subterránea que son las raíces.

La parte aérea: Cuello, tallos, hojas y espinas;

Cuello

El cuello, es la zona límite entre la parte aérea y la subterránea, tanto en los cactus como en las suculentas.

Tallo

El tallo, no debe permanecer bajo tierra, ni muy por encima, casi al aire.

En esa zona límite, es muy aconsejable cubrir la zona con piedrecitas, a modo de acolchado, ya que facilita que el agua no se encharque.

La principal misión del tallo es, la de fotosintetizar, absorción del dióxido de carbono de la atmosfera y agua del sustrato, transformándolo en oxígeno y glucosa para su propio alimento y almacenar los nutrientes.

Otra característica es la lignificación de los tallos. Los tallos se lignifican, formando como un leño o madera seca, con un aspecto similar al corcho.

Esta característica no significa que esté enferma, sino que es una señal de la edad de la planta.

Hojas

Las hojas, en las suculentas están encargadas de dar el esplendor y belleza a la planta y a veces sustituyen a los propios tallos.

Su misión es la de fotosintetizar (ver más arriba). Las hojas pueden tener cantidad de formas y variaciones, tantas como especies hay. Son una adaptación perfecta al medio donde se desarrollan.

Las hojas en las cactáceas se presentan o no, reducidas a espinas. Son hojas modificadas formadas por tejidos muertos y endurecidos por sales minerales.

Pero, ¿Por qué esa evolución?

Espinas

Las funciones de las espinas son:

Protección contra los animales depredadores;

Los ratones, burros, guanacos y fauna asociada a su habitat, etc., encuentran en la ingesta de cactus, saciar el hambre con sus tallos suculentos.

Condensar el agua;

Recogen la humedad ambiental al condensada al enfriarse las espinas.

El agua recorre el cactus hasta la base del tallo, donde es recogida por las raíces.

Dar sombra al cuerpo del cactus;

Es una adaptación clave, en zonas de gran altura. Las espinas se transforman en largos pelos o cerdas blanquecinas, que reflejan el exceso de sol.

Las espinas, nacen del órgano llamado Aréolas, exclusivo de las cactáceas.

En el centro de la aréola, existen dos partes, la externa que da lugar a las espinas y la interna de donde nacen las flores.

Primero crecen las espinas y luego las flores. En ocasiones (opuntiodeae) un lugar de una sola espina, crecen múltiples de pequeñas espinas. Estas son llamadas gloquidios.

Cactus

La parte subterránea: Raíces;

Las raíces son las designadas para fijar al suelo a la planta, absorber los nutrientes y el agua necesaria, de forma que puedan almacenarla en sus tejidos.

Existe la posibilidad de presentar raíces aéreas, que bien colgando o agarradas a la corteza de otros árboles, realizan las mismas funciones que si estuvieran enterradas.

Una característica de las raíces de las suculentas, es que son porosas, es decir “respiran”, por lo que es importante un sustrato adecuado.

El sustrato debe ser un medio poroso.

Los principales tipos de raíces son, la fasciculada (pivotante), la napiforme y la engrosada con el cuello angosto o tuberosa.

Las raíces engrosadas, almacenan gran cantidad de nutrientes para temporada de sequía. Se da en cactus de zonas áridas y pocas lluvias.

¿Cómo hacer sustrato para cactus?

El sustrato, es una de las partes más importantes del cuidado de los cactus.

Al estar adaptándolos a nuestro entorno, utilizaremos un sustrato que le recuerde al suelo del que son originarios.

Debemos respetar que provienen de un clima árido.

Por eso una de las cualidades que debemos incluir en nuestra mezcla es que sea drenante, para evitar los encharcamientos, que producirían pudrición de raíces.

Esto lo conseguiremos mezclando arena y tierra negra, compost, mezclada en partes iguales.

A diferencia del vídeo, hablamos de tierra negra, pues suele aguantar mucho la humedad

Al dividirlo en partes iguales con arena, mejoramos mucho el sustrato para los cactus.

Jardines de mini cactus.

Debido a la facilidad de esquejarlos o lo baratos que se pueden comprar en pequeños tamaños, una de las mejores opciones para decorar son los mini jardines de cactáceas.

Los podemos crear mezclando diferentes variedades de ellos y podándolos para mantenerlos el mayor tiempo posible en la maceta. Podemos crear nuestros semilleros propios.

Esta debe de ser ancha para poder hacer una buena combinación y no demasiado profunda, pues nuestro objetivo es mantener los cactus pequeños.

A continuación un par de vídeos que ayudarán a inspirarnos para nuestras futuras creaciones:

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