Lophophora williamsii – Cactus Peyote

Lophophora williamsii – Cactus Peyote

Quizá la Lophophora williamsii – Cactus Peyote sea la especie más renombrada y conocida.

Lophophora williamsii - Cactus Peyote
Lophophora williamsii en flor. Cactus Peyote.

Ciertamente tan solo hay dos especies reconocidas, la williamsii y la diffusa. No obstante existen muchas variedades muy similares como las caespitosa, cristata, fricii, jourdaniana, texana, swobodaiana, decipens, kikko, etc.

Entre los nombre populares más conocidos, está sin duda el de Cactus Peyote.

Pero hay muchos más, provenientes de las tribus centroamericanas que la han utilizado ancestralmente como alucinógeno, en sus ritos prehispánicos.

Se denomina como Peyote, Mescal, Flor de mezcal o Botón de mezcal o incluso, la Rosita en Méjico, pero también en la cultura anglosajona tiene muchos nombres.

A la Lophophora williamsii – Cactus Peyote, se le denomina como medicina de Dios, whisky seco, raíz del diablo, hierba divina, pudin de cactus, cactus divino, cactus de bola, botones de mezcal, droga india, cactus de nabo, mula blanca, etc.

No obstante, las tribus del centroamericanas y del sur de EEUU la llaman como Wokowi, Huatari, Biisung, Jicori, Hikuli, Peeyot, seni, Ho, Azee, Hicouri, etc.

De esa  amplia variedad de nombres comunes, se deduce la importancia del Cactus Peyote o Lophophora williamsii, en la vida gentes que lo utilizaban con cierta asiduidad.

Lophophora williamsii . Cactus Peyote
Lophophora williamsii . Cactus Peyote

Origen y hábitat.

Es un cactus originario de la zona sur de los Estados Unidos (Tejas) y de Méjico, fundamentalmente.

Se encuentran en las zonas desérticas de los estados de Nayarit, Chihuahua, Durango, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León y San Luis de Potosí. Igualmente la podemos encontrar en los estados de Querétaro y Zacatecas.

Se da en zonas desérticas y colinas rocosas y lo hace a una altura de unos 100 a 1500m, pudiéndose dar hasta los 1900 m sobre el nivel del mar.

Los podemos encontrar fácilmente en zonas de matorral espinoso xerófilo, o sea organismo vegetal adaptado a la vida en un medio seco y en suelos calizos.

Se puede ver en grupos amplios en zonas desérticas, laderas rocosas o en lechos de ríos secos.

Es muy abundante en su hábitat, pero al ser muy apreciado, llega incluso a estar en peligro de extinción.

Al punto, que en Méjico está en peligro de extinción, por lo que está protegido y es ilegal su recolección, llegando a estar penada la misma. Han sido incluidos como especies protegidas, pues han sido extinguidos de la zona de Saltillo.

Es una especie protegida por el NOM-059-SEMARNAT-2001.

Otra amenaza es la ampliación de superficies de cultivo, donde se asienta el Peyote.

En las tierras aradas, se eliminan y arrancan sus raíces y también la vegetación y matorral necesario, ahogando a las posibles semillas sobre el terreno.

Lophophora williamsii v. caespitosa.
Lophophora williamsii v. caespitosa.

Como es el Peyote.

Se trata de un pequeño cactus de forma globosa o globular o esférica y aplanado que no pasa generalmente de unos 6 cm. No es especialmente bonito y ornamental, pero lo compensa con sus propiedades psicoactivas.

Las Lophophora, son de crecimiento muy lento y pueden tardar hasta 30 años en florecer.

Cuerpo. Costillas. Raíces.

Es un cactus generalmente solitario, salvo de adulto que crea grandes rodales.

Puede ser un cactus, cespitoso (que crece entre matas espesas) y que puede, con la edad, llegar a ser policéfalo o sea con varias cabezas.

El de color verde glauco, azul grisáceo o verde azulado, de forma suculenta, globular, con forma de copa aplanado y de unos 12 cm de diámetro.

Suele presentar la zona alta, lanuda.

Permanece semienterrado varios centímetros y presenta una raíz principal grande y gruesa, que puede llegar hasta los 25 cm de profundidad.

Presenta 5 costillas en la juventud y hasta las 7 a 13 muy anchas, redondeadas, rectas o en espiral y tuberculadas.

Son de formas irregulares, con surcos transversales que dan lugar a tubérculos irregulares.

Las raíces son de forma napiforme, gruesas y de unos 8 a 11 cm de longitud.

Lophophora williamsii
Lophophora williamsii. Detalle del sistema radical napiforme.

Flores. Frutos, Semillas.

Presenta areolas redondas y sin espinas con flores solo cuando son ejemplares jóvenes y con pelos alargados, algo enmarañados, lanudos y de color grisáceo.

Sus flores, son solitarias y con forma de campanilla de unos 2/2,5 cm de ancho en su apertura total.

De color rosado pálido generalmente, aunque se pueden dar blancas o amarillentas y surgen del ápice.

Las flores nacen de la masa de pelos existente, rodeada por unos pelos largos. Florece esporádicamente en primavera/verano.

Los frutos son en forma de maza, de color rojo a rosado, de unos 2 cm de largo o incluso menos, que pueden resultar muy deliciosos y de sabor dulce al gusto.

Las semillas son pequeñas, de color negro, de hasta 1 mm de diámetro, rugosas y tuberculadas.

Como cultivar la Lophophora williamsii o Peyote.

Los cactus Peyote, son de crecimiento muy lento, aunque de fácil cultivo.

Se pueden cultivar fácilmente en macetas, que deben ser hondas para albergar sus largas raíces, de forma napiforme.

Generalmente, tardan muchos años en alcanzar  la edad óptima de floración e la naturaleza.

Para llegar a florecer, deben crecer al menos hasta el tamaño similar al de una pelota de golf.

No obstante, en especies cultivadas, el crecimiento es mucho más rápido y en tan solo unos 6 a 10 años, llegan a la madurez y la posibilidad de florecer.

Una clara desventaja que tiene la Lophophora williamsii, es que el hecho de tener una raíz principal y gruesa, es propensa a la pudrición.

Por ello, esta planta exige un sustrato arenoso y con un buen drenaje.

La Lophophora williamsii o Cactus Peyote, se injerta muy bien y da resultados espectaculares con el paso del tiempo.

Lophophora williamsii v. decipiens f. cristata
Lophophora williamsii v. decipiens f. cristata

Ambiente. Riego. Sustrato.

Preferiblemente debe estar en semisombra, aunque soporta bien el sol directo a pleno sol y con altas temperaturas.

Durante el invierno, debe estar protegido, pues no soporta temperaturas inferiores a los 3ºC. y mejor mantenerlo en cultivo con temperaturas cálidas, por encima de los 10/12ºC.

Requiere riegos poco frecuentes. Son muy resistentes a la sequía, lo que hace que sus riegos, deben ser espaciados y parcos en agua.

Incluso mejor dejar de regar entre el otoño y la primavera.

Esto es así, ya que en las horas de mucho calor la planta se bloquea para no perder humedad por transpiración y así soporta mejor la sequía.

A su vez, capta agua procedente del rocío y de la humedad ambiente, que se da en las zonas más cálidas.

Cuándo la planta soporta esa sequía natural, se puede retraer en el suelo (como aplastado) y adoptar una coloración gris verdosa entre riegos.

Esto es perfectamente natural y no le causa ningún daño.

Un riego mayor y de mayor frecuencia, podría llevar a la planta a una deformación, haciéndola menos compacta, más alargada y con una apariencia antinatural.

Podría ese exceso de riego, hacerle agrietarse o hasta pudrirse.

El sustrato que mejor va con el Peyote, es el mayormente arenoso y que pueda drenar bien el agua.

Utilizaremos sustratos que sean algo ácidos y con turba, arena y grava, perlita, vermiculita, etc., que garantizan un bien drenaje y filtración del agua.

Hay que evitar encharcamiento en el fondo de las macetas o rocallas, ya que la raíz es larga y teniendo mucha humedad, se puedan pudrir.

Fertilización. Trasplante.

Para fertilizar el Peyote, utilizaremos un abono líquido propio de cactus y suculentas al principio de la primavera y luego una vez al mes.

No obstante, no son necesarios si la planta tiene un buen sustrato y no da síntomas de necesidad.

Para trasplantar la williamsii, lo haremos preferiblemente cada dos o tres años y aprovecharemos para cambiar el sustrato.

Trasplantaremos al final de invierno o inicio de primavera, antes de la etapa de crecimiento.

Lophophora williamsii
Lophophora williamsii. Ejemplares germinados.

Propagación.

Los Peyotes se propagan o multiplican por medio de semillas que cultivaremos en la primavera en un sustrato al efecto, poroso y húmedo.

Las semillas requieren unas condiciones cálidas y húmedas para germinar. Los tendremos controlados a unos 20/25ºC de temperatura y en el interior.

También por hijuelos, de ejemplares adultos y cortando desde el rizoma de la planta matriz.

Plagas y enfermedades.

No son propicias a la presencia de plagas. Quizás, la cochinillas puede causar algún estrago en nuestros Peyotes.

En cuánto a las enfermedades, las pudriciones por exceso de agua. Pudriciones de raíz por alta humedad/encharcamientos en el sustrato.

Características psicotrópicas del Peyote.

Como es bien sabido, el Peyote, la Lophophora williamsii, ha sido utilizada por los pueblos nativos de Centroamérica por sus propiedades psicoactivas, como  alucinógeno, por sus principios activos.

Su uso como sustancia psicotrópica, la mescalina, esta prohibida en Canadá y en Estados Unidos.

Lophophora williamsii
Lophophora williamsii injertada

Mescalina. Usos.

La mescalina (3,4,5-trimetoxifenetilamina), es un alcaloide natural que se ha utilizado durante milenios en rituales religiosos, gracias a sus propiedades psicodélicas y con fines medicinales, por los nativos norteamericanos desde hace miles de años.

Encontramos que la mescalina, en la Lophophora williamsii – Cactus Peyote, es uno de los agentes alucinógenos conocidos más antiguos, que influyen en el comportamiento humano y animal, pero dónde sus mecanismos psicoactivos siguen siendo poco conocidos.

El Peyote tiene un contenido de mescalina entre el 3% y 6% en planta seca.

Por tanto, la mescalina, aunque su administración no es lícita y es menos común que el consumo de otras drogas, se utiliza en rituales pseudoreligiosos y/o terapéuticos.

Efectos.

Sus efectos, son comparables a los de drogas duras como el LSD.

Estos proporcionan una serie de efectos clínicos similares a los de estas drogas, a saber, euforia, alucinaciones, despersonalización y psicosis.

Alucinógenos o psicodélicos, reveladores de la mente.

En bajas concentraciones, estos compuestos producen síntomas similares a la psicosis y pueden alterar la percepción, los sentimientos, los pensamientos y el estado de ánimo, sin ser adictivos.

Una alucinación es una experiencia sensorial aparente, es decir, algo que el individuo oye, ve, huele, siente o saborea que realmente no existe y se observa comúnmente en personas que padecen trastornos mentales como la esquizofrenia.

Los alucinógenos se hicieron muy populares entre la cultura hippie en los años 60 y 70, pero en ese momento las preocupaciones legales llevaron a su prohibición y al final de su investigación.

No obstante, la mayoría de los informes sobre la mescalina se presentaron en ausencia total de confirmación de exposición, ya que el análisis toxicológico no están ampliamente disponibles.

La adicción y la dependencia están prácticamente ausentes y es evidente que la mayoría de las intoxicaciones parecen ser leves y es poco probable que produzcan síntomas potencialmente mortales, lo que favorece el interés contemporáneo por el potencial terapéutico de las drogas de esta clase.

Al igual que otros alucinógenos, y tras la validación de la investigación preclínica y varios ensayos clínicos piloto, se ha afirmado que la mescalina es útil para el tratamiento de la depresión, la ansiedad, el dolor de cabeza, el trastorno obsesivo compulsivo y la adicción a determinadas sustancias, como el etanol.

El consumo controlado y supervisado médicamente de mescalina, pueden haber llevado a historias exitosas sobre cómo superar los síntomas de abstinencia de etanol y una menor prevalencia de etanol (alcoholismo).

Otros usos. Dosis.

Este alucinógeno, la mescalina, también está presente en otros cactus como los del género Trichocereus (o Echinopsis).

Por tanto, la mescalina tiene un uso terapéutico y se utiliza en psicoterapia, pero con efectos muy potentes que limitan su uso y consumo.

Otros usos son, haciendo como chicles de botón de Peyote. Se hierven y se hace como un  Té psicotrópico.

Las dosis son de unos 0,3 a 0,5 gramos, con una duración de los efectos alucinógenos de 12 horas.

En muchos países es ilegal y se debe consumir con control y supervisión médica.

Algunas Congregaciones religiosas y tribus nativas, tienen concesiones extraordinarias para su uso, en función de sus tradiciones y costumbres milenarias.

Sabemos que actualmente se utiliza por parte de los miembros de las Tribus Huicholes de Nayarit y norte de Jalisco, así como por los Tarahumaras del Estado de Chihuahua, en ceremonias religiosas.

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3 opiniones en “Lophophora williamsii – Cactus Peyote”

  1. Deberían revisar su ortografía es verdaderamente mala, y eso sin contar las decenas y decenas de falsedades que afirman en este artículo.

  2. Buenas tardes, el 04-12-2017 realicé el injerto de una pequeña L. williamsii en un ejemplar de Thrichocereus pachanoi, medía aproximadamente 2 cm. de diámetro. Hoy está en 5 cms. de diámetro y tiene varios hijuelos el más grade de 3 cms.
    El portainjerto se esta reduciendo (como secándose) que me aconsejan realizar. No quiero perder este cactus que por lo que he estado leyendo que se encuentra en proceso de extinción.
    Por mi edad y estado físico ya me es muy difícil cuidar los más de 120 ejemplares de cactus y suculentas que vengo cultivando desde hace más de 40 años, muchos de esos ejemplares son hijas y nietas de las plantas originales. He estado en contacto con el Museo de Historia Natural para realizar la donación, necesitan una movilidad adecuada para llevarse los ejemplares.
    Preciso vuestro consejo.
    Saludos cordiales

    1. Hola, José Andrés;
      Primeramente darte la enhorabuena por esa gran colección de cactus y suculentas. Por tanto, como te suponemos un experto, pocos consejos podemos darte que no conozcas.
      En ocasiones el porta injerto padece más de la cuenta y acusa el exceso/falta de riego/humedad o plagas, más que si no estuviera injertado y es más costoso recuperarlo.
      No obstante, creemos que si el pie porta injerto presenta debilidad/enfermedad y no crees que puedas salvarlo, quizá deberías sustituirlo por otro pie sano, actuando de la misma forma que lo haces siempre. Sería como repetir el injerto, para salvar a la williamsii.
      Por otra parte, el Museo de Historia Natural sin duda agradecerá la donación de tan importante colección de cactus.
      Gracias por visitar nuestra web.

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